El aprendizaje automático, que incluye enseñar a un sistema con un montón de datos, es la forma en que se forma la inteligencia artificial. A continuación, utiliza el sistema entrenado para hacer predicciones sobre nuevos datos que nunca ha visto.
El ejemplo más sencillo es un programa creado para encontrar cosas en imágenes. El sistema recibe fotografías en las que aparecen esas cosas para que pueda "aprender" a reconocerlas en otras imágenes. El sistema de detección mejora su precisión a medida que encuentra más cosas en las fotos que analiza.
Varias empresas tecnológicas emplean la IA para reforzar sus operaciones actuales a través de aplicaciones bien conocidas como la robótica, los coches autoconducidos y los asistentes personales. Para los usuarios de Gmail, Google emplea la IA para eliminar el spam. Mientras que Netflix utiliza la IA para ayudar en la producción de contenidos y sugerencias, Amazon emplea la IA para recomendar productos a los clientes.